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Programa STEM

Los niños deciden el futuro

¿Te imaginabas cómo serías de mayor? ¿Pensaste entonces que podrías contribuir a resolver los problemas de la sociedad?  El trabajo empieza mucho antes, con 11, 12 o 13 años.

Alrededor de 40 niños han podido ponerse en situación y resolver los principales retos a los que se enfrentará la sociedad del futuro a través de la aplicación de la ciencia y la tecnología.

Acercar la ciencia real, palpar los problemas que se pueden abordar y hacer casos prácticos sobre ello ha sido una actividad muy enriquecedora para todos los niños y niñas castellano y leoneses que han participado en el primer programa STEM  - Science, Technology, Engineering and Mathematics  - para el fomento de las vocaciones científicas en el marco de la Estrategia de Talento 2031.

Conoce el programa y los proyectos.

El Programa STEM:

Entre las actuaciones que se encuentran contempladas en la Estrategia de Talento 2031 se destaca el diseño y la realización de un programa para el impulso del talento en materias STEM – por sus siglas en inglés, Science, Technology, Engineering and Mathematics – entre los jóvenes del territorio.

De la mano de Espiciencia, una comunidad de aprendizaje científico ubicada en Espinosa de los Monteros, provincia de Burgos, durante dos meses se ha llevado a cabo este programa. La primera edición ha estado integrado por alrededor de 40 estudiantes de la comarca de las Merindades a través de una experiencia inmersiva.

Involucrar a los jóvenes en problemas reales y que se preparen para afrontarlos es un buen ejercicio para aumentar su interés por lo que les rodea. A la vez, se busca poner sobre la mesa la importancia y los beneficios de encontrar soluciones innovadoras, a través de las tecnologías y sus aplicaciones, de modo que puedan contemplar elegir una trayectoria en materias STEM como una alternativa real y útil.  

A través de las llamadas “misión país”, los grupos de estudiantes han trabajado en la resolución de diferentes retos incluidos en distintas áreas temáticas, - desde la ciencia inclusiva hasta los cuidados, - proponiendo soluciones y pasos intermedios para llegar a mejorar la calidad de vida de las sociedades del futuro.

Las vocaciones STEM en Castilla y León:

En una sociedad en continua transformación como la actual, contar con un enfoque práctico y multidisciplinar es importante para poder afrontar los desafíos que se presentan en el horizonte.

El medio ambiente y el cambio climático, el envejecimiento y la pirámide poblacional invertida o la automatización de los procesos en la búsqueda de una eficiencia en la producción, hacen que sea imprescindible contar con recursos aptos para adaptarse a cada situación.

La formación en materias STEM ayuda a ello, caracterizándose por un pensamiento crítico, práctico y que abraza distintas perspectivas, pretendiendo crear modelos de actuación más flexibles y resilientes que respondan de manera adecuada a las necesidades de la sociedad actual.

La robótica, las matemáticas o la física han estado presentes desde hace décadas en las opciones formativas y, sin embargo, se han mostrado muchas veces al alcance de sólo unos pocos. De hecho, la brecha de género que ha existido en estas disciplinas ha perdurado hasta nuestros días, haciendo surgir iniciativas, tanto a nivel estatal como local, para revertir esta situación. En cualquier caso, Castilla y León, según los informes de la Fundación Conocimiento y Desarrollo sobre las Universidades, es la segunda comunidad autónoma con el índice de investigadoras mujeres más alto.

Fomentar el acercamiento a la ciencia desde edades tempranas es clave para poder afianzar esta elección a futuro, diluyendo barreras y límites, facilitando el acceso a la tecnología para seguir democratizando el conocimiento y contribuir a sociedades más competitivas.

Proyectos 2024

Viajando con la ciencia: una aventura por el mundo desde el aula

¿Creías que la geografía solo trata de paisajes y mapas? También es una herramienta genial para explorar otros países desde un enfoque científico. Esto es justo lo que han descubierto un grupo de niños y adolescentes de Castilla y León que han viajado casi por todo el mundo... ¡sin salir del aula!

Alumnos de 3º a 5º de Educación Primaria se embarcaron en esta increíble experiencia, utilizando disciplinas científicas para explorar diferentes países. ¿Cómo lo hicieron? Realizando 50 experimentos que abarcaban campos como la química, física y biología, utilizando tecnología como la realidad aumentada y sistemas de información geográfica, y echando mano de la ingeniería para analizar construcciones típicas de cada lugar. Todo esto, claro, con la ayuda de las matemáticas, que les sirvieron para recoger datos, hacer cálculos y crear estadísticas.

La aventura arrancó en Europa, concretamente en Castilla y León, donde los alumnos investigaron cómo se conduce el agua y los materiales usados en construcciones locales. Desde ahí, viajaron virtualmente a Portugal para descubrir las propiedades del corcho, a Suiza para aprender sobre fenómenos físicos como el efecto Venturi y la física cuántica, y a Islandia, donde exploraron la actividad volcánica y la energía geotérmica.

¡Pero no se quedaron solo en Europa! También “viajaron” a Asia para conocer Israel, donde el mar Muerto les enseñó sobre conceptos como salinidad, densidad y organismos extremos, y Azerbaiyán, donde experimentaron con fluidos no newtonianos, reacciones químicas y gases de efecto invernadero.

Este proyecto les ha permitido entender el mundo desde un punto de vista científico y les ha despertado la curiosidad y pasión por las STEM. Una forma creativa y divertida de aprender, viajar y soñar con un futuro lleno de descubrimientos.

Referentes cercanos

Seguro que tienes cerca a alguien que está metido en el mundo de la ciencia, aunque no lo hayas notado. Puede ser alguien de tu familia, un vecino o incluso un amigo. Muchos de ellos no solo saben un montón, sino que también trabajan en áreas como veterinaria, ingeniería, medicina, enseñanza... ¡hay de todo! Y están conectados con disciplinas como la química, la física o la biología.

Estas personas que tenemos al lado son auténticas fuentes de inspiración. Nos pueden ayudar a aprender más sobre ciencia y hasta guiarnos si estamos buscando nuestra vocación. Eso es algo que un grupo de alumnos de 2º a 5º de Primaria de Castilla y León descubrió a lo grande con un proyecto que tenía un objetivo claro: encontrar y aprovechar el conocimiento STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) que está más cerca de lo que pensamos.

Durante el proyecto, tuvieron la oportunidad de escuchar charlas súper interesantes de profesionales que les hablaron de temas como la manera de hacer del baloncesto un deporte inclusivo, física cuántica y hasta el cuidado de perros Labrador. Pero eso fue solo el principio.

Gracias a este viaje científico, aprendieron sobre zoología, genética, botánica, meteoritos y agujeros negros. ¡Y no solo eso! Usaron tecnologías como la realidad virtual, inteligencia artificial y técnicas de reconocimiento visual. También se metieron en la piel de ingenieros, diseñando sillas de ruedas para jugar al baloncesto y prototipos de robots lunares y marcianos. Ah, y no nos olvidemos de las matemáticas, que les sirvieron para explorar la geometría, trabajar con frecuencias y medir distancias, entre otras cosas.

Este proyecto demostró que el conocimiento científico está más cerca de lo que pensamos, y que, con un poco de curiosidad, podemos aprender muchísimo de las personas que nos rodean.

STEAMizando el territorio

¿Te imaginas usar la ciencia para conocer y cuidar el patrimonio artístico y arquitectónico? Suena complicado, ¿verdad? Pues no lo fue tanto. Es justo lo que se propusieron cuatro estudiantes de 1º de ESO en Castilla y León con un proyecto que combina lo mejor de las habilidades STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas).

Su objetivo era demostrar que la ciencia y las humanidades no tienen por qué estar separadas y, de paso, explorar el territorio de una forma divertida. Para ello, usaron un montón de recursos: salidas al entorno, materiales reciclados, juguetes educativos y tecnología. ¡Manos a la obra!

El ejemplo perfecto para este experimento fue la Torre de los Velasco, también conocida como Torre de los Monteros, en Espinosa de los Monteros (Burgos). Este monumento fue la base para descubrir aspectos súper interesantes, que rompen el mito de que las humanidades y las ciencias van por separado, como los arcos de medio punto de su construcción, la composición química de su piedra caliza, o la biodiversidad de plantas y animales que rodean esta torre, que forma parte del patrimonio histórico-artístico de las Merindades.

Y aquí es donde entra la tecnología. Con inteligencia artificial generativa, los estudiantes recrearon cómo habría sido el castillo en sus inicios, y hasta lo plasmaron en una imagen 3D en Minecraft. Por otro lado, la ingeniería les ayudó a construir maquetas y prototipos de la torre, mientras que las matemáticas fueron esenciales para calcular medidas y dimensiones.

El resultado: un proyecto que demuestra que podemos aprender sobre nuestro patrimonio de forma creativa y entretenida. Además, esta iniciativa tiene muchísimo potencial para aplicarse en colegios, ferias científicas o incluso eventos turísticos.

¿Quién dice que aprender historia y ciencia no puede ser emocionante?

La ciencia se mueve

¿Sabías que ciencia y deporte van de la mano? Las tecnologías han revolucionado la forma en que entendemos la práctica del deporte, pero a veces no somos conscientes de hasta qué punto. La ciencia nos ayuda a mejorar el rendimiento de la actividad física y a la vez los deportistas mejoran sus resultados a través de los avances de la tecnología. Curioso ¿verdad?

Por eso, un grupo de estudiantes de 1º a 3º de ESO de Castilla y León se propuso demostrar cómo la ciencia está presente en el deporte y cómo este puede ser una vía genial para aprender sobre disciplinas STEM. ¡Y vaya si lo lograron!

Acercar la ciencia a los niños y adolescentes a través del deporte, mostrar la forma en que está presente en las actividades de cada día e incorporar la práctica deportiva en los hábitos de vida de la infancia y la adolescencia, fueron los objetivos que persiguieron. 

En su trabajo utilizaron varias herramientas tecnológicas, además de balones o bicicletas. Exploraron deportes como el bike trial, la espeleología y el fútbol, diseñaron actividades prácticas y hasta grabaron vídeos para compartir en redes sociales lo que aprendieron. Así, niños y adolescentes de todo el mundo pueden descubrir conceptos de ciencia que están presentes en muchos de éstos como el rozamiento, la elasticidad o el equilibrio en la física, o el funcionamiento de los músculos y el sistema cardiopulmonar en la biología.

Además, como ingenieros, diseñaron bicicletas, propusieron mejoras en ellas y hasta construyeron autómatas deportistas. Y claro, las matemáticas no podían faltar: calcular velocidades, fuerzas y promedios fue esencial para sacar adelante sus ideas.

Un proyecto que no solo acerca la ciencia a los jóvenes, sino que también los anima a moverse, descubrir y disfrutar a la vez que aprenden.

Ciencia sin edad

¿Alguna vez escuchaste eso de que se puede aprender a cualquier edad? ¡Pues quien lo dijo tenía toda la razón! Cada día de nuestras vidas, sin importar cuántos años cumplamos, es una oportunidad para descubrir algo nuevo. Sobre cualquier tema: siempre hay margen para aprender y profundizar. Esto lo saben muy bien un grupo de estudiantes de 1º y 2º de ESO en Castilla y León, que pusieron en marcha un proyecto genial: ¡llevar la alfabetización científica a nuestros mayores!

El objetivo era claro: ayudar a las personas mayores a aprender un poquito sobre conceptos científicos y tecnológicos, mientras despertaban su curiosidad y compartían actividades STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) con ellos. Lo mejor de todo es que aprovecharon la sabiduría y las experiencias de vida de los mayores, haciendo que el intercambio fuera enriquecedor para todos.

El camino para lograrlo no fue siempre fácil, pero el esfuerzo valió muchísimo la pena. Todo comenzó con una lluvia de ideas para elegir los temas de las sesiones. Luego, prepararon todo el material necesario: desde utensilios de laboratorio hasta alimentos y material de papelería. Después diseñaron actividades que no solo fueran sencillas y entretenidas, sino también prácticas y llenas de aprendizajes. ¡Y por fin llegó el gran día! Los chicos se encargaron de guiar a los mayores en cada actividad, creando un ambiente súper divertido y cercano.

¿De qué iban los talleres? Hubo un poco de todo: desde electricidad estática y entomología hasta genética básica. Para hacer las sesiones mas lúdicas e interactivas, los participantes usaron tecnologia de última generación, como aplicaciones de inteligencia artificial y realidad aumentada, que hicieron las sesiones mucho más interactivas. Además, la ingeniería tuvo su protagonismo con demostraciones increíbles, como un modelo de molécula de ADN o la famosa mariposa equilibrista. Y, por supuesto, las matemáticas no se quedaron atrás: sirvieron para calcular medidas, hacer pruebas de voltaje y entender conceptos de amperaje y resistencia.

Cada reunión fue una auténtica aventura, y los mayores no se cortaron a la hora de decirlo: ¡querían más! Esto no solo prueba que aprender no tiene edad, sino que también es una forma de luchar contra el edadismo y demostrar que todos tienen un lugar en el mundo del conocimiento científico.

Así que ya sabes, no hay límites para la curiosidad. ¡La ciencia es para todos, siempre!

Ciencia animal

¿Alguna vez os habéis planteado que se puede aprender mientras hacemos algo bueno por los demás? Pues eso es justo lo que pasa cuando juntamos aprendizaje y compromiso social: aprender mientras aportamos a nuestra comunidad.

Y en nuestra comunidad hay de todo, ¿verdad? Incluidas personas con TEA (Trastorno del Espectro Autista) y TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), que tienen necesidades diferentes y que, en algunos momentos, precisan de un poquito de apoyo extra para el día a día. Pensando en ellos y en sus desafíos, un grupo de alumnos de 2º de ESO llevó a cabo un proyecto increíble: usar terapias con animales para mejorar las relaciones sociales y la calidad de vida de estas personas.

Para sacarlo adelante trabajaron codo con codo con profesionales en adiestramiento animal y neuroeducación, descubriendo un montón de cosas súper interesantes. Por ejemplo, aprendieron que interactuar con animales puede ayudar a mejorar la atención y la socialización de personas con TEA, potenciar la movilidad o la memoria de personas mayores que viven solas, levantar el ánimo a quienes luchan contra la depresión y la ansiedad, ¡e incluso ayudar a superar fobias y miedos!

Pero nada de esto habría sido posible sin la ayuda estelar de los perros Labrador. Esta raza, conocida por su carácter amable y su comportamiento tranquilo, es perfecta para este tipo de terapias.

El proyecto estuvo lleno de aprendizajes en diferentes áreas. Los alumnos tuvieron que meterse de lleno en temas científicos como la fisiología, la etología, la genética y la psicología. También usaron herramientas tecnológicas, como medidores de frecuencia, para explorar cómo los perros perciben el sonido. La ingeniería fue clave para diseñar circuitos e itinerarios de paseo, mientras que las matemáticas jugaron su papel calculando cosas como el volumen de medicamentos, la altura de los obstáculos y hasta el tamaño de los perros.

Al final, quedó claro que no solo se puede aprender a cuidar a los demás, sino que también se aprende mucho de los demás. Porque, en definitiva, cuidar y aprender son dos caras de la misma moneda.

Manga con ciencia

¿Sabías que la ciencia, además de interesante, puede ser súper divertida e incluso entretenida? Y qué mejor manera de demostrarlo que creando un cómic como herramienta para comunicarla. Pero no cualquier cómic… ¡uno al puro estilo del manga japonés! Ese toque especial no solo lo hace más atractivo para los jóvenes, sino que también anima a leer más.

Pues eso fue exactamente lo que se propuso un grupo de estudiantes de 5º y 6º de Primaria de Castilla y León. Se lanzaron a diseñar una historia chulísima con dibujos llenos de detalles, acerca de la ciencia y la tecnología, mostrando lo útil y emocionante que pueden ser.

Eso sí, no fue un proyecto fácil. Además de necesitar toneladas de imaginación y creatividad, también tuvieron que meterse de lleno en el mundo de la ciencia. Aprendieron sobre temas alucinantes como ingeniería genética, bioquímica, biodiversidad y hasta cómo es el trabajo en un laboratorio.

El proceso fue toda una aventura. Primero, se dedicaron a crear los personajes, escribir el guion y planificar la estructura de las viñetas. Luego, con la ayuda de la tecnología –como herramientas de inteligencia artificial y apps especializadas–, animaron y dieron vida a los protagonistas. También tiraron de ingeniería para maquetar los espacios, usar los prompts adecuados y revisar cada detalle hasta que todo quedó perfecto. Las matemáticas no se quedaron fuera: conceptos como perspectiva, geometría y proporciones fueron clave para darle un toque profesional al diseño.

El resultado final fue espectacular: un cómic científico que combina aprendizaje y entretenimiento. Lo mejor de todo es que lo compartieron en papel y en formato digital, para que cualquiera pueda disfrutarlo.

Está claro que hay muchas maneras de enseñar ciencia a los más jóvenes. Solo hay que atreverse a probar cosas nuevas y creativas.

Steam Kit: La Ciencia en un Pack

¿Sabías que los proyectos STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas) son una de las formas más chulas de aprender? Cada vez se usan más en las aulas para enseñar de forma práctica y divertida. Pero, claro, no todo es tan fácil como parece. Los profes suelen enfrentarse a dos retos importantes:

Encontrar formatos que sean entretenidos y adaptados a las edades de los estudiantes.

Lidiar con la falta de tiempo y recursos para planificar, ejecutar y evaluar estas actividades.

Por suerte, un grupo de estudiantes de Bachillerato ha dado con una solución súper práctica para ayudar a los profes de primaria y secundaria: ¡han creado el "Kit de la Ciencia"! Este kit está pensado para desarrollar habilidades y conocimientos STEM con actividades listas para usar, llenas de experimentos e investigaciones que encajan perfectamente con el temario de cada curso.

¿Qué tiene de especial este kit? Pues que lo han diseñado y preparado los propios alumnos mayores como parte de su aprendizaje STEM. Todo lo que incluye está listo para que los profes lo usen en clase sin romperse la cabeza.

El contenido del kit es súper variado. Por ejemplo, hay actividades que enseñan cómo funcionan los circuitos eléctricos: conductores, aislantes, resistencias, y un montón de conceptos relacionados con la energía eléctrica. Para diseñar estas actividades, los creadores usaron tecnología de todo tipo: herramientas de IA, programas específicos y apps que les ayudaron a dar forma al proyecto.

Además, la ingeniería fue clave para tareas como el diseño en 3D, la construcción y el escaneo del prototipo. Y, cómo no, las matemáticas también tuvieron su papel: hicieron cálculos de medidas, pruebas de voltaje, amperaje y resistencia para asegurarse de que todo funcionara perfecto.

¿El resultado? Un proyecto en el que todos ganan. Los profes tienen un recurso que les ahorra tiempo y hace las clases más prácticas y atractivas, mientras que los estudiantes aprenden ciencia y matemáticas casi sin darse cuenta.

Así sí que da gusto aprender y enseñar, ¿no?

XX
Patios científicos: ¡La ciencia también se vive en el recreo!

¿Quién no disfruta del recreo? Ese momento del día en el que te olvidas un rato de las clases para jugar, moverte un poco o simplemente pasar tiempo con tus amigos. Pero ¿y si te dijera que esos ratos de diversión también pueden servir para acercarte a la ciencia y la tecnología?

Eso es precisamente lo que se propuso un grupo de estudiantes de 4º de ESO y Bachillerato. Diseñaron y construyeron elementos lúdico-deportivos con un toque STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas). El resultado fue espectacular: consiguieron que niños y jóvenes se divirtieran experimentando con la ciencia, involucraron a toda la comunidad educativa en la mejora del cole y, de paso, aprendieron un montón sobre diseño y construcción de parques infantiles.

El proceso empezó con una lluvia de ideas entre los peques de primaria para saber qué tipos de módulos querían en su patio. A partir de ahí, los alumnos mayores crearon los primeros prototipos, que después fueron evaluados y mejorados. Una vez definidos los módulos finales, se dedicaron a construirlos: buscaron materiales, decidieron dónde colocarlos en el patio y revisaron que fueran seguros para todos.

¿Qué hizo que este proyecto funcionara tan bien? Pues varias cosas:

La Ciencia: Basaron su diseño en conceptos como el tornillo de Arquímedes, la aerodinámica, la tensegridad o incluso la teoría del color.

La Tecnología: Usaron programas y apps que les ayudaron a diseñar los módulos y crear modelos 3D chulísimos.

La Ingeniería: Diseñaron prototipos, construyeron las estructuras y se encargaron de que todo quedara seguro y estable.

Las Matemáticas: Hicieron todos los cálculos necesarios, desde potencias y fuerzas hasta áreas y volúmenes.

En resumen, este proyecto demostró que aprender haciendo es lo mejor, y que enseñar ciencia no tiene por qué ser aburrido. Con un poco de imaginación y juego, ¡todo es posible!

Aprendizaje STEAM: Manteniendo la curiosidad viva

¿Te has dado cuenta de que, a medida que crecemos, parece que vamos perdiendo el interés por la ciencia y la tecnología? Es una pena, porque esas ganas de explorar y aprender sobre el mundo nunca deberían apagarse, ¿verdad?

Pues este equipo de estudiantes de 4º de ESO pensó exactamente lo mismo. Decidieron ponerse manos a la obra para encontrar nuevas formas de enseñar materias STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas) que sean interesantes, prácticas y conecten con lo que de verdad importa a los jóvenes. ¡Y vaya si lo lograron!

Su proyecto se centró en proponer ideas sencillas, pero súper eficaces para enseñar asignaturas científico-tecnológicas. Pero no solo eso, también quisieron potenciar esas competencias tan necesarias para el futuro, como el pensamiento crítico, la creatividad, la capacidad de trabajo en equipo, la comunicación, el razonamiento, la toma de decisiones... ¡y la lista sigue!

¿Y cómo lo hicieron? Primero, con una buena dosis de lluvia de ideas para sacar unas cuantas sobre todo frescas. Luego, aprovecharon herramientas de IA generativa para ir afinando y desarrollando propuestas. El resultado: un montón de actividades originales que no solo enseñan conceptos importantes, sino que además demuestran para qué sirven y cómo pueden resolver problemas reales. Todo esto pensado para enganchar a esos alumnos que, poco a poco, empiezan a perder el interés por estas materias.

Esperemos que su esfuerzo sirva para recordarnos que la ciencia y la tecnología siempre importan. ¡Nunca es tarde para volver a mirar el mundo con curiosidad!

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